En total son ocho.

Ocho son los sublimes castillos situados en los departamentos del Aude y de Ariège que pretenden ser declarados Patrimonio de la Unesco. Tanto la ciudadela medieval de Carcassonne como los castillos de Aguilar, Lastours, Montségur, Peyrepertuse, Puilaurens, Termes y Quéribus tienen en común una belleza incomparable y una historia excepcional que les otorga un evidente valor universal.

Reestructurados durante la segunda mitad del siglo XIII,aprovechando diferentes construcciones feudales existentes, la Ciudadela medieval de Carcassonne y los distintos castillos de vigilancia de montaña son la prueba de una arquitectura medieval, real y defensiva destinada al control de un territorio recientemente conquistado (tras la cruzada contra los albigenses) y al control de la frontera franco-aragonesa.

Estos castillos, que eran vigías irreemplazables para el control del territorio y que fueron construidos sobre promontorios rocosos con paredes abruptas, constituyen, junto a Carcassonne que era la sede de la senescalía y, por tanto, el centro del poder militar, un testimonio único de lo que fue un sistema teritorial de defensa coordinado y homogéneo.

Este exitoso modelo arquitectónico, iniciado por el rey Felipe II de Francia ,llamado «El Augusto», se difundió por toda Europa (Castel del Monte en Italia, castillo de Marbais en Bélgica,….) y Oriente Medio (Crac de los caballeros en Siria, castillo de Silifke en Turquía….).

Este conjunto de fortalezas retoma, adaptándolo a los diferentes sitios de montaña, el modelo « filipense » : plano geométrico con torres de flanqueo redondas y huecas, un fuerte de entrada, saeteras o aspilleras de palo y orbe, almenas y andamios, que buscan una simetría arquitectónica.